un segurata en apuros

LA MIRO

Cuando la miro todavía no puedo creer que yo pusiera una parte para que ella llegara a este mundo, y me emociona pensar que con un poco de suerte asistiré a su completo desarrollo en el que seré parte importante, para continuar asombrándome con esos pequeños gestos de la cara que se parecen a los de su madre, esos arranques de genio tan parecidos a los míos, como esa mirada de lado con la cabeza gacha es lo que hacia mi padre cuando no nos creía, y ese frunce de labios cuando se enfada como el de mi madre, mil pequeños detalles tan parecidos a los de mi suegro o algunas formas de razonar como las de mi suegra, y muchos gestos y ademanes nuevos que cada vez son mas de ella haciendo que su personalidad comience a ser propia, diferente, especial.

Es algo muy emocionante asistir a la maduración de su cuerpo donde cada día se aprecian sutiles cambios que comienzan a formar un todo con su personalidad encajando pequeñas piezas como si de un puzzle se tratara.

Nos apresa el alma la desazón por no saber si realmente estamos haciendo bien cuando intentamos darle una disciplina, un tipo de educación según nuestros criterios, siempre con el corazón en un puño viendo como la nueva personalidad se conforma de una forma inesperada ante nuestras enseñanzas, con las que no logramos nunca lo que esperábamos, y alucinando ante lo conseguido aunque sea totalmente opuesto a lo que queríamos.

Siempre preguntándonos si seremos buenos padres si estaremos haciendo bien las cosas.

Sabiendo que ya nuestras vidas están para siempre ligadas a esta persona nueva que estamos ayudando a que se integre en este mundo, a esta vida difícil e ingrata que te da grandes males y grandes alegrías, la mayor de ellas la mirada de un hijo que te pregunta;
¿papa yo que seré de mayor?.

posted by cedrik @ 10:08 AM